-Estoy indefenso - le dije - vino y empezó a picotearme, yo lo quise espantar y hasta pensé torcerle el pescuezo, pero estos animales son muy fuertes y quería saltarme a la cara. Preferí sacrificar los pies; ahora están casi hecho pedazos.
-No se deje atormentar - dijo el señor -, no tengo más que ir a la casa a buscar el fusil, ¿puede usted esperar media hora más?
-No sé - le respondí y por un instante me quedé rígido de dolor; después añadí: porfavor, pruebe de todos modos.
-Bueno, - dijo el señor - voy a apurarme.
El buitre había escuchado tranquilamente nuestro diálogo y había dejado errar la mirada entre el señor y yo. Ahora vi que había comprendido todo: voló un poco lejos, retrocedió para lograr el impetú necesario y como un atleta que arroja la jabalina encajó el pico en mi boca, profundamente.
Al caer de espaldas sentí como una liberación; que en mi sangre, que colmaba todas las profundidades y que inundaba todas las riberas, el buitre irreparablemente se ahogaba.
p.d: kafka y sus animales =), me encanta el post que puse sobre el examen de investigación, me desestresa totalmente...
ginekokraci@